"Todo tiene solución menos la muerte" dice una frase echa. Muy probablemente tenga razón. No, mejor dicho, hay una gran probabilidad de que contenga la razón, pero no un absoluto.
Hay para quienes la muerte significa la finitud.
Para los que quedan, resta el dolor. Una incomprensión. Enfado. Resentimiento. Como que lo ocurrido no debió haber sido así. Que por alguna razón, morir es perecer para siempre. Es sólo dedicarnos a extrañar a quién se ha ido con la incapacidad de explicar los porqués de la nueva ausencia. Que nos han hurtado vilmente el ser que teníamos próximo; lejos, muy lejos de nosotros.
Pero hay veces que no. Hay veces que es posible esquivar todo aquello. No. Esquivar no. Encarar todo aquello para transformarlo. El dolor por el sosiego. El enfado por el rezo. El resentimiento y la incomprensión por la tranquilidad en el alma de quién conoce la Verdad de la Trascendencia. La paz en todos quienes conocieron a quien no presenta más ya una corporeidad mortal y saben, entienden con el corazón que aquella persona ya está con Dios. En la Tierra Prometida, donde no hay más dolor ni sollozo. Que la vida de nuestro amigo sabemos trascurría por el camino superior de la Gracia, y su Día Final en este mundo, no fué la excepción.
Esas sensaciones compartí el día que te velamos. Tranquilidad en todos los que fuimos tus Camaradas. Buenos recuerdos en cada mención de tu nombre. Felicidad en nuestros pechos, de saber que vos ya estabas contemplando el Rostro Divino. Tanta grandeza de tu parte que hasta conocíamos la innecesariedad hasta de rezar, porque vos ya habías hecho todo el trabajo.
Había otra gente que si lloraba. Que si sufría y se golpeaba el pecho. Pero nosotros no, porque sabíamos que vos desde los Cielos nos hacías ojito con una sonrisa en el rostro diciendo "Estén tranquilos. Ya llegué. Los espero."
Que capo. Que grande que fuiste Nacho. Como tantos que Fasta me hizo conocer.
Ese día me hizo conocer como es un Velorio de los Grandes. De los Grosos. Donde no hay sufrimiento. Si no la felicitación a un Mil. que concluyó su Marcha llegando a la Cima, como debió ser. Y con la búsqueda de transitar con nuestros pasos el mismo Camino. Gracias por marcarnos ese Camino.
Q.E.P.D. Ignacio Pizarro.
17/05/77 - 03/12/09
4 comentarios:
Me agarraste desprevenido.
Casi se me escapa una lágrima con el último párrafo.
La idea del velorio donde no hay tristeza (yo diría tristeza, más que sufrimiento) me pareció magnífica y me acuerdo que fue así, tal cual.
Un abrazo.
Muy bueno.
Muy bueno realmente.
es tan dificil para el que se queda aca como seguir sin esa persona y entender su ausencia de otro modo que no sea egoistamente
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