Hilos de pensamiento, tratando de coser la burda realidad.
Cuentos cortos, que poco interesan a los burgueses y mercaderes.
Cuestionamientos sobre el circulo del vivir-desear-sufrir en el que estamos atrapados.
Exposiciones condimentadas con el humor, que es la sal. Y si bien sabemos que la comida sin sazón resulta desagradable, mucho peor es comer sal sola.
viernes, 13 de agosto de 2010
Aprendí que la cafiaspirina es un somnífero. Manda a dormir al santiagueño que te baila capoeira en la cabeza.
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