miércoles, 4 de agosto de 2010

Ay de este agosto y sus promesas...

Comienzo a recorrer agosto.
Trato de no perder la calma.
Si bien yo busco sosegarme,
no contiene sus danzares mi alma.

Marzo la devolvió a sus tierras,
con aquél tibio beso esa tarde.
Mi espíritu apagó sus llamas
pero la ceniza roja y viva, arde.

El sol caía sobre las piedras
cuando endulcé mi boca con tu beso.
Envolviendo tus manos a las mías
fué que me prometiste tu regreso.

Yala atardeció nuestros pasos,
y el camino nos celebró con su verde.
El algarrobo escuchó aquel sercreto tuyo:
"en agosto volveré a verte."

Ahora llueve sobre mí, la esperanza.
Las tardes me devuelven tu mirada,
aquella verde, cálida y brillante.
Aquella a la que quise rendir mi alma.

Hoy galopa mi caballo de sueños
que ya dibuja en mis manos tu belleza.
¡Ay de mi si no volvieras, amor!
Ay de este agosto y sus promesas...

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