viernes, 6 de enero de 2012

Viajero del tiempo.

Quizá necesite un vuelo
rasante y cálido hacia mi Yala.
Y busque entonces, entre las piedras
la paz que no encuentra mi alma.

Y caminando aquellos misterios
dome a este corazón rebelde.
Y cuando silbe la brasa calma
el sol se dormirá allá en el este.

Quizá transcurra el nocturno encanto
en un incendio de estrellas blancas
y cuando en cada estrella te bese
azul entonces se volverá mi alma.

Y machao' de nostalgia y pena,
cuando te nombre el tiempo y mis ansias
y el viento entonces perfume tu risa
sabré que no ha muerto la esperanza.

Recién entonces llegaré hasta tu casa
para verme en la luz de tu mirada.
Volveré con una flor en la diestra,
dispuesto a regalarte enterita el alma.


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