33 meses entrenando las cuatro formas del Taekwon-do logando el máximo posible de elongación para patear lo más alto que se pueda
7 años internado en los más espesos valles orientales, comprendiendo sobre el Karate Whu Shu y sus técnicas originales que servían a los campesinos para defenderse de los tigres de Bengala.
17 meses trabajando de "Taxi Humano" en Tailandia para poder tomar las clases del legendario maestro Buakaw Por Pramuk I, padre del actual campeón del mundo en la disciplina; rompiendo bates de baseball con las canillas y levantando pesas con el cuello.
Golpeando 156 días un yunque caliente para obtener nudillos fuertes y poder romper objetos duros.
5 años en el silencio de los montes chinos, aprendiendo como resistir los peores ataques y las ocho formas de combate de los Monjes Shaolines.
8 años en la dinastía secreta del Nin-Jitsu, volviéndome ágil y silencioso con los antiguos maestros Ninjas.
10 km de correr con pesas en las piernas día por medio.
Él era pequeño, y ni con su gorra a 45 grados me llegaba a la nariz.
Reclamó en la oscuridad y el silencio de la noche que "no te hagás el héroe y dame la biyuya o te liquido."
Cerré los ojos y comprendi que el día había llegado. Me tomé 5 segundos para relajar la respiración, elevé lentamente mi empeine por detrás de mi nuca y me le puse en guardia.
Extrañado se hizo para atrás, y con un movimiento rápido escuchamos un ruido y antes de desmayarme vi su silueta borrosa desapareciendo en la oscuridad.
Me desperté en el hospital sin zapatillas y hoy puedo afirmar que los amantes de las artes marciales aún no logramos aprender a escapar de un tiro de una 9mm en la rodilla.
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