sábado, 18 de enero de 2014

Cuéntame.

Cuéntame las tardes de tu pueblo en abril,
cómo muere el sol en tu mirada.
Cuéntame si el frío vuela cerca de ti,
de tu alma, de tu corazón.
Cuéntame las tardes de tu pueblo sin mi amor
desde aquél día triste del adiós.

Cuéntame del río que besaba tu piel
con besos de luna enamorada.
De las tibias huellas que dejaban tus pies
en la arena en dónde te amé.
Cuéntame si aún caminas por el río azul
dónde amé tu hermosa juventud.

Cuéntame si guardaste mis besos,
si quizás todavía me esperas,
yo no puedo arrancarme tu nombre, 
y es un grito sin voz, que en mi pecho quedó.
Cuéntame si sigues recordando mi querer.
Yo, mi vida, nunca te olvidé 

Cuéntame si hay alguien que en tus ojos entró,
¿Quién inventa flores en tu almohada?
¿Quién pudiera amarte hasta morirse de amor?
¡Quién pudiera amarte cómo yo!
Cuéntame si hay alguien que ha robado mi ilusión
en tu malherido corazón.

Volveré a tu pueblo para amarte otra vez
para amanecer entre tus brazos.
Flores perfumadas que en el monte encontré
y una orquídea te regalaré.
Volveré a tu pueblo para amarnos otra vez. 
No me olvides nunca. Espérame.

viernes, 27 de diciembre de 2013

Cuánto puede mover tu sonrisa.

Hasta los vientos frescos, arremolinados, confusos y aromados a lluvia de tarde de la poesía han vuelto con tu regreso! Cuántos sentires más que se hallaban en descanso seguirás despertando? Y ahora estoy, después de años, topándome con el viejo desafío de enfrentarme al teclado y crear.
Quizá pueda entender todo lo que me digas y una vez mas deba adiestrarme en el proceso sedante del olvido y de renuncia de las ilusiones que querían empezar a arder como fuego dorado que crepita por el sólo gusto de hacer escuchar su canto. Incluso capaz eso ya nome quite el sueño.
Los vasos apurados de vino negro y espeso y los acordes de canciones en la noche cálida han vuelto revelador el epicentro de mis sentires:
¿Qué importa si la distancia y el tiempo separen mis armónicos deseos de la realidad? ¿Qué importa si la madurez que te otorgaron los años han resuelto veraz esas palabras que a un tiempo quieren hechar hielo sobre el ardor de mi querer que reclama salir a buscarte? ¿Qué interesa si la vida ahora te muestra lejana, limpiándote las manos luego de haber enterrado a esa criatura inocente que conocí ayer? Eso no importa! Jamás me interesó encontrar culpables.
Pero lo que si entendí es que pocas veces el hombre se decide a existir ayuno de sus egoísmos y vivir en pos de una entrega, sin nada a cambio. El sacrificio de dar con la alegría de saber que lo hace sólo porque un alma lo ha conmovido.
Sentir. Dejar llevar nuestra ánima por los recorridos del corazón aclara cualquier ansiedad de nuestros adentros.
Han habido pocas personas que me han ayudado a ver el monte detrás del árbol. A veces lo medular es tan sencillo que se disipa en complejidades que nos deshumaniza. Lo que quiero decir es esto: cuando el corazón de un verdadero hombre es cautivado como lo necesitaba desde hace tiempo eso esclarece qué es lo quiere para su vida. Un hombre que ve la vida reflejada en los ojos de la mujer que sostiene su alma de un hilo sin darse cuenta en un momento cualquiera, entre tanto temor e inseguridad sabe de ahí en mas, redescubre, qué clase de hombre quiere ser. Éso sólo. Y eso sólo vale todo lo sentido.
Tantas cosas quisiera derramar sobre tu vida con el único anhelo de ver caer las murallas de madurez que la vida construyó para guarecer la inocencia y la pureza de la entrega por amor que tu corazón conserva. El tiempo se me escapa como arena entre los dedos y el deseo siempre vivo de permanecer en un momento perfecto empuja por hacerse posible. No se puede; lo sé. No me importa.
Qué es lo que importa en realidad? Pues esto. Tomarse el momento de dejar caer del árbol del corazón una a una las hojas maduras que son las palabras que dibujen un sentir: gracias. Gracias por revivir quizá por un instante el liderazgo de mi corazón ante todo mi ser. Por conmover mi sensibilidad y darle protagonismo a mi alma y dejar al pensamiento siempre incierto, discordante e inseguro en el banco de suplentes y así, paradójicamente, entender muchas más cosas. Redefinir mi camino y saber qué clase de hombre quiero ser: el hombre que viva con alegría y buenas intenciones y algún día merezca una mujer como vos. Sólo eso ya me hace tratar de ser una mejor persona. Gracias por romper el escudo de quién tiene todo controlado y al verte hacerme balbucear y olvidar las palabras con que a veces mentí con tanta facilidad en otros tiempos. Gracias por dejarme indefenso. Gracias por quitarle la fuerza a mis piernas y sentir mis rodillas caer sólo con sentirte cerca.
Me encanta eso. Debe ser que quizá a mi mismo me molesta ser tan atoradito de tener siempre todo calculado y me caigo mal cuándo soy el que está tan preparado para todo lo que pueda pasar que me gusta mucho cuando pierdo el control de los caballos y las riendas las sostiene mi corazón. Ahí recién es como que me dan ganas de salir a agradecer a quiénes he olvidado, de demostrar amor a quiénes se los debo, de retribuir a quiénes me han ayudado a ser mejor día a día. Son cosas tan importantes que uno deja para después; pero si tiene suerte, llega alguien que le moviliza el alma y con una patada certera en corazón lo devuelve con humildad a todo lo sencillo, lo verdadero y lo bueno.

"Quizá mañana el viento de mis manos
lleve hasta tus manos la ofrenda prometida.
Tal vez la guardes, como yo a tu sombra; 
tal vez la quieras, por humilde y por tibia."

martes, 16 de octubre de 2012

Tomarte en mi tiempo.

Quisiera llegar hasta tus manos
luego de un viaje eterno, cansado.
Bañarme en lo dulce de tu boca;
que mueran mis fuerzas en un abrazo.

Construir un sólo sueño, jugarme. 
Ofrecer mis adentros, mirarte.
Renovarme en tu compañía, tomarte.
Que duermas en mi pecho, amarte.

Entregarte humilde mi poesía,
mirarme en el marrón de tus ojos.
Consumir la delicia de tu cuerpo
cada noche, saciar tus antojos.

Ser el esclavo de tus caprichos
y cantar lo bello de tu nombre.
Lograr la música de tu risa.
Ganar la gloria de ser tu hombre.

¿Llegaré a enfrentarme a tu puerta, 
con una flor en la diestra, con una sonrisa cansada?
Con las ansias de hacerte mía...
¿Sobrevivirá la esperanza...?

domingo, 22 de enero de 2012

"Don Segundo Sombra" de Ricardo Güiraldes...

... es el libro que todos los que nos sentimos a veces de cierta manera, encerrados tras muros de edificios, luces y pavimento debemos leer.

 "... y una luz de oro chorreaba de luz el campo."

 Está diseñado para los que sentimos en la tardecita, beber en cada mate los orígenes mismos de la patria, y el aroma del polvo de la yerba nos trasporta hacia esas inmensidades, sinónimos de libertad.

"El callejón, delante de mí, se tendía oscuro. El cielo, aún zarco de crepúsculo, reflejábase en los charcos de forma irregular o en el agua guardada por las profundas huellas de alguna carreta, en cuyo  surco tomaba aspecto de acero cuidadosamente recortado."


Para las almas sensibles de la belleza autóctona y la filosofía gaucha, descriptas con una excelente exactitud, sin perder nunca la humildad de su folclore.

"Atento a las lecciones, me hamacaba hacia atrás sobre mi pequeño banco con maquinal vaivén de cuna. Poco a poco las voces fueron siendo como pensamientos confusos del fogón en vías de apagarse, y sentía muy patente un pie, porque lo tenía pisado con el otro. Aquella presión de la alpargata me era agradable , y al imprimir a mi banco su lento balanceo, mi empeine sufría con placer el áspero contacto de la tosca suela de la soga."


Una hermosa novela escrita en primera persona que nos trae en cada párrafo las vivencias del un gauchito sensible que vive su juventud en el rigor y la belleza de los ejes de la tradición y la cultura argentina.

 "De un movimiento coincidente salimos sin necesidad de ser mandados. Las espuelas resonaron en coro, trazando en el suelo sus puntos suspensivos. La noche empezaba a desmayarse." "Íbamos juntando cansancio de a carnadas y apilándolo en nuestros nervios."


 La naturaleza de nuestra pampa, para algunos desconocida, para otros olvidada; presente en toda la obra, matizando la misma.

  "En la cañada croaron las ranas, quebrando el uniforme siseo de los grillos. Los chajás delataban nuestra presencia a intervalos perezosos. Los gajos verdes de nuestra leña silbaban, para reventar como lejanas bombas de romerías."


 La naturaleza de la patria en un librito. Así, sencillo y bello como lo es ella.

 "Como un río que va gozando su carrerita de olvido y comodidad."

lunes, 9 de enero de 2012

Un recuerdo violáceo impreso en el mantel...

...me dicta ya el primer verso.
El aroma añejo de la copa
me calienta el alma en este beso.
Beso mío con el vino, 
amargo, eterno compañero
que poco a poco me anima
a florecer lo que hay dentro.
Y voy tejiendo el poema
perfumado de viñedo.
Y entonces la luna chista
otra línea desde el cielo,
las estrofas no son mías
yo se las robo al silencio.
Y cerca de la inconciencia
sé que esta el mejor verso,
pero otra vez se me escapa
y quedo sólo... con tu recuerdo.

viernes, 6 de enero de 2012

Viajero del tiempo.

Quizá necesite un vuelo
rasante y cálido hacia mi Yala.
Y busque entonces, entre las piedras
la paz que no encuentra mi alma.

Y caminando aquellos misterios
dome a este corazón rebelde.
Y cuando silbe la brasa calma
el sol se dormirá allá en el este.

Quizá transcurra el nocturno encanto
en un incendio de estrellas blancas
y cuando en cada estrella te bese
azul entonces se volverá mi alma.

Y machao' de nostalgia y pena,
cuando te nombre el tiempo y mis ansias
y el viento entonces perfume tu risa
sabré que no ha muerto la esperanza.

Recién entonces llegaré hasta tu casa
para verme en la luz de tu mirada.
Volveré con una flor en la diestra,
dispuesto a regalarte enterita el alma.


viernes, 9 de diciembre de 2011

Gozo circular.

 Crepita en la tarde serena la lluvia sobre la chapa.
 Mi mirada se posa sobre la línea que atardece el poema.
 El alma se me va haciendo horizonte cuando la recorro una y otra vez.
 El humo tranquilo y el olor a yerba enmarca lo exquisito.
 Volviendo un momento en mí, me pregunto si podré amar alguna vez con tanta pureza a una mujer como a este libro. Así, sin reproches, sin dudas, sin fatiga y sin rutina; poder volver a lo mismo y quedarme contemplando su hermosura dichoso, completo.
 Repaso los dos versos una vez más, y cuando se me eriza la piel, sé que no han perdido su belleza.

"...quiero tu voz de río y de salitre
para el retumbo musical del clima."

 ¿Cómo hace para acariciarme el espíritu cada vez?
 Siento la sangre acelerar su marcha.
 Y crepita en la tarde, serena la lluvia....

domingo, 13 de noviembre de 2011

Canto a lo bello.

¿Por qué Natura regala
a veces, tanta belleza?
Hay cerros, y cielos eternos.
Calmando al ser su tristeza.

Y uno se siente pequeño
ante tales magnitudes, 
busco acá retribuirle
esa hermosura que nutre.

Nutre la musa del poeta
de las flores, su fragancia;
de los árboles, esa vida;
y el color de tu mirada.

Y debe hacerse homenaje
la inspiración lo precisa.
Debo tejer estos versos,
lo reclama tu sonrisa.

miércoles, 9 de noviembre de 2011

 "Es difícil definir lo argentino, precisamente porque 
lo argentino es algo elemental y lo elemental es de difícil 
o de imposible definición. Pero si ya existe en el cielo 
platónico un arquetipo de lo argentino, y creo que existe,
 uno de los atributos de ese arquetipo es la hospitalidad, 
la curiosidad, el hecho de que de algún modo somos menos
 provincianos que los europeos, es decir nos interesan 
todas las variedades del ser,todas las variedades de lo humano, 
nos interesan todas las variedades de la geografía y 
de la historia, del espacio y del tiempo. Y esa tendencia argentina 
a ver el universo y a ver no sólo lo que ocurre aquí ahora, 
sino lo que ocurrió en otras partes, lo que ocurrirá en todas partes."

Jorge Luis Borges.

domingo, 30 de octubre de 2011

La sábana entre fantasmas.

 Víctor Francesse está sentado a la cabecera de la mesa familiar como cada miércoles. Siempre con tono serio y porte de mando, corta y pasa el pan a su mujer y a sus dos hijas.

 Mientras permanece en casa (miércoles y jueves), don Víctor no hace nada. La comida se le sirve a horario, la ropa está lavada y planchada, la casa brilla de limpia.

 A la siesta nadie se atreve a hacer el menor ruido.

 La obediencia de sus hijas (15 y 18 años) es proverbial. La figura paterna lo es todo para ellas. Martina, la mujer, siempre sumisa y tierna, responde a lo que cree, un marido excelente e intachable.

 Porque si bien es verdad que durante el resto de los días el Ing. Francesse está en El Aguilar y trabaja duro, también allá tiene su tiempo para irse al cabaret, como ya hace años se ha hecho costumbre.

 Lo acompaña casi siempre un minero joven con el que trabaja que, no sabe bien porqué, le recuerda mucho a él mismo. Lo que sí es cierto es que Jorge y don Víctor han ganado la noche de "La Estrella" compartiendo fiesta, alcohol y mujeres.

 La confidencia entre ambos, desde luego, ya se supone.

 Pero don Víctor hace unos meses ha dejado de volver por el lugar, producto del mal tino de haber embarazado a una de las chicas de allí. Ella se ha negado a "sacárselo" y al hombre no le ha quedado más que reconocer la criatura, cosa que deberá hacer pronto.

 Por supuesto, Jorge conoce toda la situación porque ha sentido la pena de la falta que su camarada nocturno le hace.

 Don Francesse ahora pide con voz grave que se le alcance la sal mientras todo aquello baila en su cabeza. Su rostro, sin embargo, no se inmuta, ni siquiera por la mala noticia que se mujer con mucho cuidado le ha dicho, que la nena mayor le quería presentar un noviecito que tiene hace tiempo, eso sí, muy bueno, trabajador y que incluso va con ella todos los domingos a misa.


 El ingeniero vuelve a su papel y se muestra reacio a la novedad. Encima en la tarde "ese" viene a tomar unos mates, y Víctor no cambia la cara de desagrado por más que la mujer le ha pedido, le ha rogado que fuera amable.

 Lo cierto es que en la cabeza de Víctor las preocupaciones son muy otras.

 Con la mirada perdida en el vacío, sentado en su sillón favorito, vuelve en sí cuando la hija, a sus espaldas, le repite, ahora con más volumen:

 _Papá. Él es Jorge, el chico del que te hablé. Jorge, mi papá.

  Volver a la realidad con semejante topetazo no es cosa grata para nadie. Ambos ocultan su enorme sorpresa de inmediato mientras se estrechan la mano fingiendo no conocerse.

 En este eterno momento, Víctor Francesse entiende lo difícil que será no estarse pisando la sábana entre fantasmas, y cuando trata (sin que su mujer o sus hijas, que los están mirando, lo noten) de romperle todos los huesos de la mano al muchacho en el saludo, éste le devuelve una sonrisa amplia que ahora sí le confirma qué era eso que tanto le recordaba de ese chico a él mismo.

viernes, 30 de septiembre de 2011

Error de verano.

 Lo despertó sentir el sudor frío en todo el cuerpo. Los temblores causados por la gripe eran fuertes. La madre ya se había acostado y no estaba de buen humor.

 _Lisandro es la última vez que te digo que saqués a pasear a esos perros. ¡Apurate!

 Muy enojado, se sentó en la cama y decidió obedecer, únicamente para hacerla sentir culpable cuando lo viera tambalearse al salir de casa.

 Claro está que esa clase de pensamiento, en vez de avisar que se sentía mal, podía ser únicamente producto del delirio de la altísima fiebre.

 Se puso lo primero que encontró. Aunque afuera hubieran 30 grados, sentía el cuerpo helado. Se abrigó de pies a cabeza con capucha oscura, bufanda hasta la nariz y medias por encima de la botamanga.

 Dos enormes rottweilers caminando sin correa por la vereda requieren suma atención. Por ello los sacaba tarde, después de la medianoche, por lugares oscuros y poco transitados.

 Caminando sin firmeza por las calles del barrio no escuchó al patrullero que venía por detrás acercándose.

 Los policías lo llamaron haciendo sonar la sirena y con la linterna apuntándole a la nuca. Al darse vuelta, lo que los oficiales vieron fue a un encapuchado, sudoroso y desorientado. "Está drogado" pensaron.

 Antes de que empezaran a interrogarlo, Lisandro vió al pasar la imagen borrosa de uno de sus perros yéndose encima de un gato que pasaba. Instintivamente, sin pensar en lo que hacía, salió corriendo por detrás para detenerlo.

 Patrullando por las inmediaciones del barrio Santa Rosa, y habiendo tomado el aviso de dos transeúntes de haber sido asaltados a punta de pistola por un encapuchado de tez morena, los oficiales paran a un sospechoso con esas características y cuando se disponen a interrogarlo, éste se da a la huida sin atender a la voz de alto, acción por la cual, los efectivos se ven en obligación de usar el arma reglamentaria efectuando dos disparos certeros. Inmediatamente se solicita atención médica urgente y al llegar la ambulancia, médicos del Same 107 dictaminan la defunción del menor identificado luego como Lisandro M. de 15 años de edad.

viernes, 9 de septiembre de 2011

¿Y bocina?

 Una de mi viejo:

 Íbamos todos en el auto y a mi papá le tocan bocina, a lo que él responde con un bocinazo más agresivo aún. Mi mamá no tarda en atender:

      _Pero si vos te metiste mal.
      _Ya sé.
      _¿Y por qué lo bocineás?
      _Para saludarlo...

viernes, 2 de septiembre de 2011

Salud.

Bebe la mar de las aguas del río,
brindan por siempre en acto sonoro.
Beben las piedras en ésos meandros 
que va dibujando el cántaro acuoso.

Beben las garzas y rosas flamencos,
miles de cebras también a su antojo.
Posan los cuerpos cerca del lago
y  sacian su sed, los mounstros dichosos.

Bebe la Luna la luz del Poniente
y las estrellas su blanca porfía.
Sorbe la Tierra la humedad del Viento
y brindan las rosas y las margaritas.

Bebe la lluvia, la verde pradera.
Los montes absorben del cielo, la vida.
Un niño se aferra al pecho materno
y obtiene, tan frágil, la gracia infinita.

Si liba Natura nuestros blancos huesos,
si el Tiempo, borracho, la vida nos quita.
Si chocan las copas los dioses, ufanos;
y con un negro elíxir, riendo, ellos brindan.

Si todo se bebe en este planeta.
Si un caos silente nos tomará a prisa.
 Si un negro agujero se tragará el mundo...
¿Por qué tú, mi amigo, el vaso mezquinas?





domingo, 28 de agosto de 2011

Paremos la moto...

 ...y bajemos la ventanilla.

 Es que recién me tomo un segundo para preguntarme...:
                                                             
                                  1_¿Cuando fue que mi mamá dejó de cerrarme la puerta cuando empezaba a tocar la guitarra y empezó pedir que saque temas que a ella le gustan?

                                  2_¿En que momento los muchachos dejaron de "soportar" que los atosigue a zambas y a empezar a llamarme "el guitarrero" del grupo?

                                 3_¿Cuándo llegué a naturalizar que los que me escuchen me coronen con la gracia inmortal del aplauso?

                                 4_¿Cuándo fué la 1era vez que pude hacer llorar a alguien con un tema?

                                 5_¿Desde cuándo la gente me filma cuando hago una canción?

                                 6_¿Cómo es que ya me subí(eron) dos veces en un escenario?

                                 7_¿Cómo carajo aprendí a llegar a sol de pecho?

 No tengo una respuesta clara para todo esto. Pero hoy me recordé a mi mismo, no hace mucho, pensando que iba a ser imposible cualesquiera de las cosas antes nombradas.

 Hay un grupo de gente que anda subiendo mucho folclore a sus muros de face, gente con la que guitarreo muy a menudo, y yo no sé bien si algo tengo que ver en eso o no, pero la posibilidad me emociona.

 Y me recuerda a mi viejo, que también me sufría cuando cantaba malísimo en mi cuarto (siempre canté fuerte para colmo) y se tuvo que ir ahora que le pego a una que otra nota.

 A un punkrockero el otro día se le reían porque ahora escuchaba folclore y dijo "disculpá que recién haya descubierto mis raíces." Me tocó el alma.

 Todo esto se resume en un gracias. Gracias a mi hermana que me mandó mi bella Alpujarra desde Bs. As. Gracias a mi flía que me soportó tantos años de ladrar. Gracias a los que alguna vez me aplaudieron, a los que demuestran creer en mí cantando conmigo, pagándome un vino o comprándome cuerdas. A los artistas que admiro (el Aldito, obvio). A los que ya no pueden guitarrear conmigo entre vino y vino (Franquito, un abrazo), y a mi viejo que me puso la primer guitarra en las manos con aquél cursito básico de folclore. Y gracias a la vida que hoy me deja cantar con el corazón cada vez, como quise siempre; porque la noche es canto, el canto es vino, y el vino, el vino es amistad.


"La muerte vive celosa 
de mi amada flor, la vida.
Dicen que me anda buscando. 
Ojalá si un día me pilla
me halle machao' y cantando 
pa' que se muera de envidia."



martes, 16 de agosto de 2011

"El Mate" por Hernán Casciari.

 Un elemento tan querido merecía una descripción en este nivel de excelencia. Para los que no lo conocen, este escritor es una cosa de locos...


 "El mate no es una bebida. Bueno, sí. Es un líquido y entra por la boca. Pero no es una bebida. En este país nadie toma mate porque tenga sed. Es más bien una costumbre, como rascarse.


 "El mate es exactamente lo contrario que la televisión: te hace conversar si
estás con alguien, y te hace pensar cuando estás solo. Cuando llega alguien a tu casa la primera frase es 'hola' y la segunda '¿unos mates?'. 


 "Esto pasa en todas las casas. En la de los ricos y en la de los pobres. Pasa entre mujeres charlatanas y chismosas, y pasa entre hombres serios o inmaduros. Pasa entre los viejos de un geriátrico y entre los adolescentes mientras estudian o se drogan.


 "Es lo único que comparten los padres y los hijos sin discutir ni echarse en cara. Peronistas y radicales ceban mate sin preguntar. En verano y en invierno. Es lo único en lo que nos parecemos las víctimas y los verdugos; los buenos y los malos.


 "Cuando tenés un hijo, le empezás a dar mate cuando te pide. Se lo das tibiecito, con mucha azúcar, y se sienten grandes. Sentís un orgullo enorme cuando un esquenuncito de tu sangre empieza a chupar mate. Se te sale el corazón del cuerpo.


 "Después ellos, con los años, elegirán si tomarlo amargo, dulce, muy caliente, tereré, con cáscara de naranja, con yuyos, con un chorrito de limón.


 "Cuando conocés a alguien por primera vez, te tomás unos mates. La gente pregunta, cuando no hay confianza: '¿Dulce o amargo?'. El otro responde: 'Como tomes vos'.


 "Los teclados de Argentina tienen las letras llenas de yerba.


 "La yerba es lo único que hay siempre, en todas las casas. Siempre. Con inflación, con hambre, con militares, con democracia, con cualquiera de nuestras pestes y maldiciones eternas. Y si un día no hay yerba, un vecino tiene y te da. La yerba no se le niega a nadie.


 "Éste es el único país del mundo en donde la decisión de dejar de ser un chico y empezar a ser un hombre ocurre un día en particular. Nada de pantalones largos, circuncisión, universidad o vivir lejos de los padres.


 "Acá empezamos a ser grandes el día que tenemos la necesidad de tomar por primera vez unos mates, solos. No es casualidad. No es porque sí. El día que un chico pone la pava al fuego y toma su primer mate sin que haya nadie en casa, en ese minuto, es que ha descubierto que tiene alma. O está muerto de miedo, o está muerto de amor, o algo: pero no es un día cualquiera.


 "Ninguno de nosotros nos acordamos del día en que tomamos por primera vez un mate solo. Pero debe haber sido un día importante para cada uno. Por dentro debió haber revoluciones.


 "El sencillo mate es nada más y nada menos que una demostración de valores...


  Es la solidaridad de bancar esos mates lavados porque la charla es buena. Porque es la charla, no el mate lo que importa.  
 Es el respeto por los tiempos para hablar y escuchar, vos hablás mientras el otro toma y es la sinceridad para decir: ¡Basta, cambiá la yerba!'.
 Es el compañerismo hecho momento.
 Es la sensibilidad al agua hirviendo.
 Es el cariño para preguntar, estúpidamente, '¿está caliente, no?'.
 Es la modestia de quien ceba el mejor mate.
 Es la generosidad de dar hasta el final.
 Es la hospitalidad de la invitación.
 Es la justicia de uno por uno.
 Es la obligación de decir 'gracias', al menos una vez al día.
 Es la actitud ética, franca y leal de encontrarse sin mayores pretensiones que compartir."

miércoles, 3 de agosto de 2011

La verdad de ella.

 La vió y de inmediato trató de contener la pesadez repentina y poderosa que le nació desde el cuello con intenciones de hacerle rebotar el cráneo contra el frío del mármol de la mesada de la cocina, ya sin esperanzas.

 La imagen era horrible, pero atrapante: casi mórbida. Bien sabemos que lo espantoso es también espectacular. Es por ello que no podía quitarle los ojos de encima.

 Los nervios verdeazules aglutinados de coágulos grisáceos, amenazando con reventar en cualquier momento.  El negro rebozo disperso desordenadamente, como pegoteado con la sangre. La carne aún viva, desperdicio o desecho inmundo que despedía una fetidez única. Pensó que habría que esmerarse en crear un mounstro tan desagradable.

 Ya sin poder seguir soportando el espectáculo muerto, salió de la cocina, tomó su cartera y sacó un bolígrafo. Con un gesto de negación con la cabeza, de decepción oculta y de resignación paciente, escribió un papelito que dejó pegado con un imán de la heladera.


"Maxi: ya vi que todavía no te salen
bien las milanesas. Mañana vení a comer
a casa temprano y te enseño como se hacen.
Besos.
                                     Mamá.

Conociéndote...

 _Ya te estás yendo con los borrachos de tus amigos ¿no?
 _Mamá, es martes. Dejáme comer tranquilo...
 _No, ya sé que hoy no, pero el fin de semana ya te vas a chupar con esos atorrantes otra vez.
 _A ver, ¿y de dónde sacás eso?
 _Tus uñas.
 _¿Qué?
 _Tus uñas de la mano derecha.
 _¿Qué tienen mis uñas?
 _Te las estás dejando crecer.
 _¿Y eso que tiene que ver?
 _Que te vas a guitarrear.
 _...

 (Mother Wins)

jueves, 7 de julio de 2011

Todo tiempo pasado fue mejor...

 No es raro que el término "matrero" ya no se utilice, aunque algunos malvestidos y despeinados quieran parecérsele. Si nos ponemos a pensar en la escencia de la palabra, está bien, en realidad, que ya no se use.

 Para empezar el gaucho matrero era criollo y cristiano por tanto. Eso quizá lo alejaba de un perfil delincuente. Imagino una estampita de la Virgen en alguno de sus bolsillos. No necesitamos hacer largas encuestas para deducir el origen ateo de los "rebeldes" de hoy en día.

 A los cuchilleros del sur de aquel entonces se los podía encontrar en la milonga, local donde el tango, la murguita y la cumparsa tenía lugar con músicos en vivo. No hace falta describir la complejidad y desarrollo musical de ese género que hoy sigue cautivando los oídos del mundo.

 Los "malos" de hoy escuchan reguetón... Desde un celular... Comprado por los padres...

 Vemos la diferencia de raíz de ambos estereotipos. Aquéllos le daban la espalda al sistema. Éstos son mas presa del consumismo que cualquiera.

 Los malevos del ayer eran prófugos de la ley, a la que no debían otra cosa que muertes tomadas en afrentas mano a mano, a limpio puñal. Si bien, había barras definitivamente unidas fraternalmente; cuando el duelo tenía lugar, nadie intervenía. Aunque eso les costara ver morir a un amigo de toda la vida. Nos habla del respeto como pilar. Una cortada que silbaba en el aire esquivada por el caderazo inminente y luego la réplica filosa y punzante, inmediata, penetrando la carne, certera y mortal. El silencio tenso como escenario latente que traía el ocaso de otra vida cobrada por honor. Podían oírse las espesas gotas de sangre cayendo sobre el tierral y hasta el llanto de la china del finao allí, en la vereda, era callado aunque notorio. El ganador se retiraba con sus muchachos en silencio, cobrándose la muerte como el caballero que su estirpe le exigía ser.

 Cuando los "malos" de acá al frente de mi casa se "pelean" gritan como gatos en celo y juro nunca haber visto una piña bien puesta. Sólo forcejeos inútiles y el clásico "soltame, soltame", vana y vieja excusa para no ponerse frente a frente. Porque esa es otra diferencia: jamás sus correteadas contaron con menos de 7 integrantes. ¿Tendrán miedo de pelear solos? La última vez que los vi, dos madres de los "pesados" estaban en el medio, a los gritos también. Más pareciera un circo payasesco y alborotado que aturde, que una afrenta seria.

 Entre los malevos de ese tiempo, siempre había uno, afamado, temido y respetado que se había ganado su lúgubre lugar por haber muerto o humillado a los mas hábiles faconeros del pago. Hoy todos son caciques y su falta de jerarquía los establece anárquicamente sin referentes a quien respetar, a quien seguir, a quien sentir si pierde el duelo. A éstos los he visto peliarse (empujarse) entre los de la misma barrita.

 Tamizando la diferencia más plena, los matreros de antes eran hombres maduros y sabios que lo que habían aprendido se evidenciaba en una cicatriz profunda sobre el párpado izquierdo o en la experiencia de esquivar o no contarla; lo que los hacía valientes: los hacía hombres.

 Los de hoy son niños malcriados con miedo e inseguridad. Son chicos, nada más...

miércoles, 6 de julio de 2011

Un café.

 MEDIADOR _... es extraño tenerlos a todos aquí. Pero también está bueno. Los cité para que conversemos de una vez por todas que es lo que vamos a hacer. Las internas entre nosotros se contradicen. Antes que nada, ¿todos quieren café?
 EL SERIO _¿Café? Tomalo vos al café. Yo quiero vino, ya fué.
 EL PREJUICIOSO _¿Es gratis? Yo... yo no traje plata...
 MEDIADOR _Si, es gratis, no te hagás problema. ¿Vos? ¿Tomás café?
 EL TÍMIDO _No, no gracias. No te voy a hacer gastar.
 EL JODÓN _Pedile un café con leche que sé que le gusta y para mí una birra con maníses vieja. O puflito, o palo sala'o. De una.
 MEDIADOR_Jaja. ¿Siempre metiendo algún chiste vos no? Está muy bien.
 EL SERIO _Es un pelotudo. Ni gracia tiene. ¿Adónde piensa llegar viviendo de chistecitos berretas?
 MEDIADOR _Eh, calmate hermano. Vinimos a resolver un par de cuestiones, no a pelear. Hermano, ¿te podés sacar la mano de la boca?
 EL SERIO _ Ahí lo tenés al tarado ese. 22 años tiene y mirá como tiene las manos de tanto comerse las uñas.
 EL TÍMIDO _Disculpen.
 EL JODÓN _Dejenlo que se "la coma". Jaja.
 EL PREJUICIOSO _Eh, ¿pero que te pasa? Es fácil señalar ¿no?. Pero ¿y vos? ¿No tenés defectos? Sos, de nosotros, el que menos amigos tiene. Si fuera por vos, estaríamos totalmente solos.
 EL SERIO _Yo soy el único que se preocupa porque hagamos algo con nuestra vida. ¿Qué me vienen a decir a mí? Soy el que nos hace sentar el culo en la mesa cuando hay que estudiar. El que se preocupa por las responsabilidades...
 EL PREJUICIOSO _ Sos un amargo. Le caés inmediatamente mal a la gente, ¿no lo ves?
 MEDIADOR _Chicos, calmensé. Es verdad que vos no sos muy simpático; pero es más receptivo que vos, que prejuzgás muy rápido. Así que no da para hablar mucho. Y si no se dieron cuenta, entre ustedes hay muchísimo en común. Uno lo hace al otro. Y de ahí venís vos.
 EL TIMIDO _¿Yo? ¿Por qué?
 EL SERIO _Ah, claro. Ahora él no tiene la culpa de nada.
 MEDIADOR _Tiene, pero la paga con su soledad. Te corrijo. Él es el más solitario de nosotros. ¡No habla con nadie! Aunque sea el más profundo. Fíjense que toda la estética de nuestro arte proviene de él.
 EL JODÓN _Loco, dejen de peliase...
 MEDIADOR _ Vos también me preocupás. No te das cuenta que siempre querés meter un chiste porque te sentís inseguro de hablar seriamente. ¡Nunca contradecís a nadie!
 EL JODÓN _Bueno loco, es para charlar con alguien. Soy el más sociable de nosotros.
 EL PREJUICIOSO _Y también el más falso.
 MEDIADOR _Y vos un agresivo, disculpame que te lo diga. Te falta la humildad del tímido, aunque te quite seguridad. Tu orgullo es excesivo.
 EL SERIO _No se quién se cree que es...
 EL PREJUICIOSO _¿Que te pasa?
 EL SERIO _¿Qué? ¿Sos pesado? Vamos afuera. Dale, vamos.
 MEDIADOR _Eh, no, esperen. Vengan. ¡Eh! Ayudenmé ustedes.
 EL JODÓN _No, que mala onda. Yo me voy con los muchachos.
 EL TÍMIDO _Yo no me meto.
 MEDIADOR _Yo también estoy loco de creer que puedo sentarme a conversar todas las neurosis de mi personalidad...

viernes, 1 de julio de 2011

Así no se puede.

 _...porque lo que usted pide, señor mío, es un impedimento contra el simbolismo del sentir nacional. No se puede exigir lo que la Nación le dicta a uno. No entiendo en qué se basa el tipo de comportamiento que se pide en esta empresa. Yo no quiero importunarlo, señor jefe, pero conoce lo que significa el término "apátrida"? ¿El término "vendepatria"? ¿Los nombres "Domingo Faustino" no le dicen nada?

 _No... no entiendo de que habla, Giménez. Esto es sólo una entrevista de trabajo.



 _Que han habido varios que han querido acallar la tradición, ¿y que consiguieron? ¿qué lograron con eso? ¿No lo sabe? Yo se lo digo: aumentar el fervor criollo. ¡Es algo que nunca se podrá apagar!


 _Gímenez sientesé por favor. Si el puesto no le interesa, puede retirarse.


 _Es porque me interesa que le hablo, señor mío. Quiero pertenecer al grupo ejecutivo de Molinari SA, pero quiero hacerle notar también que nos encontramos en el interior del país. Esta es una zona estrictamente folclórica.


 _Vaya al grano, Giménez.


 _La barba, señor jefe. No me puede pedir que me la afeite. Qué es de un gaucho de corazón si le pide quitar el vello facial que portaron los antecesores que le regalaron a uno la Patria, tiñiendo de sangre los suelos. Es la única forma que puedo venerarlos. No le estoy pidiendo venir de alpargatas, o vestir corralera. Sólo conservar este oscurecimiento en la cara, propio de la peonada de donde vengo. Último símbolo de sabiduría, convicción y rebeldía. Sólo eso señor. Afeitarse es el aburguesamiento propiamente dicho, disculpemé.


 Molinari, que efectivamente no iba a contratar a Giménez al ver su aspecto al entrar a su despacho, calló un momento. Este hombre hablaba de corazón. Esa barba lo hacía sentir más argentino. Se llevó la mano al rostro y recordó que él también extrañaba la espesura azabache en sus mejillas.

 Se puso de pie y estrechó la mano de Giménez con una sonrisa.

 _Estaremos contentos de tenerlo en esta empresa señor.


 _No sabe cuánto se lo agradezco señor jefe. Lo veré el lunes.


 _Adiós Giménez.


 Giménez estaba a punto de abandonar el despacho, cuando una imagen le cruzó la mente.

 _Sólo una cosa más, señor jefe.


 _Digame no más, buen hombre.

 _Al llegar a este edificio, vi que la señorita de mesa de entrada escondía medio paquete de yerba debajo del escritorio. ¿A usted le parece...?

 _Está bien, Giménez. Mañana escribo la circular de que le está permitido tomar mate al personal.



 _"Matear" me gusta más.


 _Estará permitido matear, Giménez. No se preocupe. Buenas noches.


 _Buenas noches, señor jefe. 



domingo, 26 de junio de 2011

Quédate.

Quédate.

Quédate en tu silencio sin soñar con un mañana.
Quédate sin esperar que el horizonte capaz cambiara.
Quédate sin quejarte del amor que te haga falta.
No reproches a la vida la dicha que se te negara.

Vive pensando tranquila que el futuro es uno sólo,
que un cambio no traería algo más que la desgracia.
Piensa que es él el único hombre
que pudiera valorar tu gracia.

Convéncete en tu silencio
que sus errores son comunes.
Que él es todo lo que puedes lograr
convéncete que yo jamás estuve.

Yo me quedaré con mi tristeza callado,
con mis manos repletas de amor y respeto
con un altar vacío donde no quisiste ser diosa.
Yo aquí estaré, de pasión repleto.

 Quizá algún día llorarás
que él no te valore entera.
Y yo en silencio habré sido siempre
quién te amó, callado y con tristeza.

viernes, 24 de junio de 2011

Lo que deja el frío del norte.

 Para Juancito Lamas no había en la mañana una diversión más grata que corretear alrededor de la falda de su madre que vendía tortillas a la ladera del camino, confundido el aroma de su perfume con los vientos de su quieto Humahuaca. La tibia tierra calentada al sol que apaciguaba de cierto modo las heladas brisas que surcaban por la sombra de las veredas, eran el terruño que estrenaba su corazoncito norteño y feliz.

 Las mañanas eran luminosas aunque gélidas: Humahuaca es eternamente bella, eso es cierto. Pero en invierno se vuelve inmisericorde, especialmente por allá a las 7 de la tarde, cuando el sol se esconde y cae sobre el atardecer una espesura de hielo en la atmósfera, de viento helado y falto de oxígeno; una corriente de aire que encuentra los recovecos más pequeños de las casas y se entromete tiritando hasta la piel más curtida de los pobladores. Estas heladas hacen pagar el precio a los más pobres haciéndoles notar cada agujero de sus ponchos, cada filtración en las chapas, cada pared mal terminada.

 Era el primer invierno juntos. Es decir, su primer invierno solos. Cansada de los malos tratos, Mónica decidió abandonar al padrastro de su pequeño hijo y comprendería entonces que la pobreza no sólo es hambre si no también hielo.

 El día había vaticinado un frío especialmente punzante para esa noche. Ya días anteriores Juancito había despertado con los pies morados por ese inminente frescor. Llegaron entonces y efectivamente el lugar (una pensioncita cerca del río) estaba tan helado que inutilizaba los músculos paralizándolos. Por la tarde hubo de echar más brasa a la parrilla, no tanto por las tortillas que vendiera si no para soportar la inminencia. Acostó arropando como pudo al pequeño Juan y salió a buscar el medio tacho, clásico "tortillero" y vió que solo le quedaba media bolsa de carbón más la brasa sobrante.

 En ese momento ver la falta de la materia prima para trabajar, ese vacío en sus bolsillos,  y ese silencio que le demostraba que a nadie le importaba su desgracia, la volvió tan miserable, tan desdichada y sola que lloró en silencio, como lloran los pobres. La imagen en su cabeza de los deditos de Juan congelados la sacudió por un momento. Y como no iba a hacerlo si ese pequeño era lo que más amaba en la vida: su único tesoro. Tomó entonces la bolsa y echó todo el carbón en la parrilla. Entró a la habitación y Juan parecía haberse dormido. Acomodó el brasero cerca de su hijo y se acostó. Casi había vuelto al llanto cuando de pronto Juancito la buscó en un abrazo gigante que le devolvió la vida. Un beso y un "te amo mamita" bien despacito le partió el alma. Su única flor en el desierto, su único rey de la miseria. Lo apretó fuerte contra su pecho y parecieron olvidarse de todo. Solo ellos y su amor recíproco. El candor del brasero silvante poco a poco calentó la pobreza de su cuarto, y ya ni siquiera recordaba que al día siguiente no había nada para comer ni dinero para seguir trabajando. Pero esa noche fueron felices y ya no tuvieron frío nunca más porque su abrazo fue eterno.  La brasa en la noche larga poco a poco consumió lo que quedaba de oxígeno del cuarto y la mañana los encontraría entonces inertes pero felices, teniendo todo lo que anhelaban en la vida y ahora también en el silencio de su muerte: el amor y el calor del otro.

viernes, 17 de junio de 2011

 Alberto Alabí es el rector de mi facultad. Un día, estando nosotros tomando mate en el patio, se acercó a charlar cálidamente. Aprovechó para invitarnos a la presentación de su libro.
 Fuí con pocas expectativas, pero entre que apenas llegué vi que había chancho y vino en jarra a granel y una buena banda, me sentí bien.
 Me sorprendió ver tanta gente. Las palabras de quienes lo introdujeron al escritor fueron excelentes. Se explicaba un poco el estilo del cuento presentado en cuestión y se leyeron unos pequeños fragmentos que me volaron la cabeza.
 Las palabras que me quedaron del exitoso literato fueron sencillas y las recuerdo así:
 "_Todas las personas que quiero están aquí esta noche, celebrando un producto intelectual" "_Cuando en otros lugares, las personas se están reuniendo en este momento para planear guerras" repuso el interlocutor de su mesa.
 "No se puede intentar hacer lo que no es propio de uno. Soy un colla con cara de camello (Alberto tiene más pinta de europeo que de otra cosa).

 En resumen, medio que me encendió un poquito más que nada el borgoña a perfecta temperatura; y al llegar a casa, antes de dormir, habiéndome cruzado con un referente pleno y con todo lo que ello implica, le quise escribir.
 

Quizá (sea demasiado).

Quizá sea otro el tiempo en el que me conjugue en el silencio con mi tierra.
Quizá atraviese otros caminos antes de encenderme con mi raza.
Quizá otros senderos aguarden sigilosos en misterio
que los recorra en el devenir, mi triste alma.
Quizá el futuro me otorgue algún recuerdo
que entrevere los sentires que me afanan.
Quizá otras sensaciones esperen, eternas,
las calladas huellas de mis pisadas.
Quizá otro encuentro en el horizonte
suponga el regocijo que consagrara
el escrito cóncavo del universo mío
que se resuma en un extravío oculto con la Pacha.
Ojalá el Viento Norte me acompañe
cuando el proseguir oscuro de mi alma
atardezca las glorias que, paciente;
oscurezcan las vivencias, las entrañas
de aquel soñador entrañable y ansioso
que algún día remita a su pueblo, las palabras
que inscriban en eterno todo, suculento
los conceptos obtusos del mañana.
Y quizá también me inscriba en el letargo suplicante
de las plumas eternas, consagradas.
O quizá el tiempo, quieto silencio
me borre como el otoño a las hojas de las ramas.
Hoy me admiro; olvidando ese futuro
que refiere los días hasta ese mañana;
de este camino desolado e imposible
que hoy marcan las sabrosas plumas que me encantan.

 Para Alberto Elías Alabí, quien supo comunicarme en mi admiracion inmediata hacia él, los pasos que hoy marcan los sentires de los verdaderos poetas de mi provincia, quienes no se achican ante soberbios escritores de la lengua castellana.

Casi me olvido...

 Pequeña, simple y bien estructurada.

 Sencilla, sutil y perfectamente proporcionada.

 Delicada, bella, morocha, argentina y talentosa.

 Que loco esta mujer, que hermosa es...

 Agustina Cherri, muchachos. Demostrando que en lo sutil está lo bello... y por ende, casi, casi lo artístico.

         



              [Agustina-Cherry-03.jpg]


      Imagen
       

viernes, 27 de mayo de 2011

"El amor vence al odio."

 Poco. Casi nada sé de política, lo que habla pésimamente mal de mí como ciudadano. Pero no hace falta entender mucho para ver que cada vez haya menos capacidad argumental en las campañas electorales.

 Vamos... ¿Colgarse de la imagen de un muerto para conseguir un voto? ¿Tan bajo se puede caer?

 ¿Tan poca fe se nos tiene como seres inteligentes a los votantes, para intentar hacernos creer algo como que este gobierno va a ser bueno porque está protegido por el aura mágica de un ángel bienintencionado que está en el cielo, el cual desde su lugar místico ayuda a la postulante que tanto amó en vida y fue amado por ella, a oponerse a ésos enemigos que ríen maliciosamente frotándose las manos perpetrando un plan maligno y que buscan hacer vencer al mal sobre el bien, al odio sobre el amor? (Nótese como metí mas de 15 verbos en una sola pregunta). ¿Tan estúpidos nos creen?

Este escrito va a ser corto, porque se me cae la cara si me pongo a hablar de politica; pero, ¿no existen maneras menos idiotas de hacer campaña?

 Un blog hermano de Corrijamén si me equivoco, el Blog de James, (http://www.elblogdejimi.blogspot.com/) en un corto pero certero post, avisaba a los trabajadores del partido político al que él pertenece, que no es inteligente sostener toda una estructura electoral haciendo el poco ingenioso chiste de llamar a su contrincante (no se si así se le dice, por lo menos ya avisé sobre mi ignorancia en el tema) Cristina, Kretina. Bien dice que así nadie los tomará en serio como opción al gobierno.

 ¿Y si las políticas cambiaran? ¿Si no fueran este chiste mediático que mezcla el drama y la novela para servir a su popularidad? ¿Si existieran trabajadores en serio con ganas de reparar algunas de las fallas por lo menos,  más visibles del país? ¿Si las campañas dejaran de ser una inversión del profesional para luego enriquecerse?

 La pucha, empecé despotricando contra la novelización de la realidad, y terminé creyendo yo mismo en un cuento de hadas...

 Definitivamente, la política no es mi fuerte.

Dub Incorporation - My Freestyle (live)



 Ni yo sé cómo, pero me terminó gustando esta banda.

 El tema es que el otro día lo tenía puesto a buen volumen y mi mamá pasa cerca mirándome raro.
 Aprovecho entonces y le digo sin mirarla, negando con la cabeza con mueca de "todo está perdido":

 _Esta música me va a terminar haciendo fumar porro...
 _¡¿Y pará qué la escuchás?!
 Conversación vía facebook con un amigo:

 _Hola, ¿cómo va?
 _Acá al pedo. Todo bien.

 _Ajá. ¿Hacemos algo esta noche?
 _No, imposible. Tengo parcial mañana temprano. Estoy hasta las manos.
 _Ah, listo. Todo bien.
 _Bueno. Mucha internet ya. Me voy a ver tele. Nos vemos.


 "xxx xxxx aparece como desconectado"


  Amigo, me dejaste esto en el tintero:

 ¡HDP! ¿Y EL PARCIAL?

lunes, 2 de mayo de 2011

Que llueva no más.

Por mi que garúe, no temo.
Nada tengo que perder. 
Porque la lluvia, a mi ver
es símbolo de frescura, 
es del remanso, su altura:
creciente al atardecer.

Canta alegre la tormenta
regando vida en el monte.
Y aquél paisano que se apronte
cuando viene la tempestad
es porque tiene, en verdad, 
algo material que le importe.

Yo soy ajeno de todo
y con el campo soy uno
a sus cantares me sumo
de la lluvia, con mi guitarra
y no hay bienes que me amarran,
que me aten; no hay ninguno.

La criollada se impacienta
cuando llega el ventarrón, 
sosegado mi corazón.
Nerviosas están las viejas
tranquilo con mi pobreza
pa' mi es solo un chaparrón.

Mi flete también, tranquilo, 
igual que yo, si se moja, 
calmado, no se acongoja;
disfruta la lluviecita.
Un chala, pitar, amerita,
el humito se me antoja.

Y si viene una inundación, 
tranquilo la espera mi suerte
que quién nada tiene; nada pierde.
Y cuando llegue mi momento
también calmado y contento
me encontrará, pitando, la muerte.

jueves, 28 de abril de 2011

Lindo día.

 Lleno el colectivo, en su mayoría por estudiantes de la secundaria. Éllos ocupando los asientos y algunos mayores de pie. Cinco, quizá seis celulares suenan fuerte (la pucha, que lástima el progreso de la tecnología)  dejando entreoír: cumbia, marcha, reguetón y más cumbia.
 Suben dos jóvenes de noble estirpe. Uno le susurra algo al otro de manera imperceptible para todos los pasajeros.
 Éste entonces se queda en la primera mitad de la unidad, y el otro, a seis o siete metros, en la opuesta.
 La poca charla entre los viajantes les deja libre el escenario.
 Ahora a viva voz (están lejos y no pueden aproximarse entre sí debido a la multitud):
 _¡Hola Javier!, ¿como andás?
 _¡Hola Pablo!, ¿que hacés?
 _Acá, disfrutando de la buena música. ¿Escuchaste que lindo como suenan todos los celus juntos?
 (Ganan las primeras miradas. Quizá una sonrisa.)
 _¡Siii! Me puse a pensar, ¿viste que se escucha más hermoso cuando se mezcla todo? O sea, capaz que si sonara, ponele, el reguetón solo, capaz se escucha feo. Pero cuando a eso le sumás la marcha, o dos temas distintos de cumbia, ahí está bárbaro...
 (Los pasajeros decentes ya estamos disfrutando de la broma. A los encargados del sonido, no se porqué, les cuesta un poco entender la ironía.)
 _Escuchá Javi, prestá atención: (imita fonéticamente el ritmo (?) de la cumbia): Shhh sh sh sh, shhh sh sh sh, shhh sh sh sh...
 _Si, pero es más un Shhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhh sólo ¿no? Qué bueno está. ¡No te aturde para nada! ¿No le parece señora?
 (La búsqueda de la complicidad en la pasajera se debe a la primera mirada de odio de uno de los estudiantes que ha sido alertado por una compañera del juego que se estaba desarrollando. Por suerte la mujer ha entendido el intercambio y dice también en voz alta)
 _Ay, querido. Ni hablar mirá. Yo vuelvo todos los días del trabajo a esta hora y siempre es así.
 _Que bueno señora, que sobre que la hagan ejercitarse viajando parada en el colectivo, que por eso es que no le dan el asiento, no vaya a creer otra cosa; los chicos compartan sus buenos gustos musicales.
 _Bueno Javier, en esta nos bajamos. Qué lástima. Pero bueno, capaz, si tenemos suerte, sigamos encontrando gente que no conoce sobre el uso de los auriculares!
 Yo, después de la amplia sonrisa, hago dos palmas, temeroso si aplaudir o no. Por suerte, muchos, hasta el chofer se unen para conducir esta ovación a la victoria de la batalla entre la moda y la cultura.

jueves, 21 de abril de 2011

No e' pa' caliente.

 Yo: _Bueno dale, comencemos. Che, ¿no vieron mis copias? Las había dejado acá.
 Marco: _No. Yo no te las robé, ja ja.
 María: _Es que está enojado porque llegué tarde y lo hice esperar mucho en la parada.
 Yo: _No, todo bien.
 María: _Disculpame, no era para que te enojaras.
 Yo:_Todo bien, ya te dije cuando veníamos para acá que te no te hagas drama. ¿Me pasás, Jorge, el diccionario?
 María: _¿Viste que sigue enojado?
 Yo: _(...)
 Yo: _Che, ¿qué decía el punto 3? Ah, ¿de los morfemas flexivos no?
 María: _Ah, yo si lo hice. Son las palabras compuestas como casaquinta, entretanto, latinoamérica. Ésos.
 Yo: _No, estás mal. Esos son los derivativos, fijate en el mapa conceptual, ahí está clarito.
 María: _Eh, bueno, pará un poco; ya está eh. No se te pasa más el enojo a vos. Acordate que también el otro día nos dejaste plantados y nadie te dijo nada.
 Marco: _ Uhhh... Ja ja.
 Yo: _Pero, ¿qué tiene que ver? Yo te digo en serio, ésos no son los morfemas. No sé de qué me hablás. Voy a ver la pava.
 María (por lo bajo a Marco): _Chu, ta re caliente...

 Yo (volví): _Che dale, copiemos el concepto del libro así lo tenemos todos.

 (...)

 _Nico.
 _Ah.
 _¿Me perdonás?
 _Msé...

 (...)

 _¿Seguís enojado? (...) Nico, te estoy hablando. ¡Nico!
 _NO, MARÍA, LA PUTA MADRE QUE LO PARIÓ YA TE DIJE TRES MIL VECES QUE ESTÁ TODO BIEN CON QUE LLEGUES TARDE, PERO ME TENÉS HARTO PIDIENDO DISCULPAS. ¡ESTÁ TODO BIEN! ¿Estamos? Dejáme en paz, negra, en serio te digo che...

 Voy al baño.

 María (otra vez por lo bajo): _ Ta' loco, qué calentón el chavón este...

domingo, 10 de abril de 2011

Un lugar diseñado para no querer volver.

"Vos dijiste: 'Esta noche pago todo.' Todo incluye todo, hermano. Taxi, entrada, puchos, cerveza, fianza y colectivo de vuelta."

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 Frío, oscuro, poco hospitalario. Quién diseñó el calabozo lo ha pensado así y no de otra manera. Y todo lo que creemos que le falta, son las carencias que debió tener aquél proyecto cuando se lo soñaba: sin luz ni espacio, poca higiene, extrema frialdad, ausencia de muebles.

 "Es a propósito que es así. En realidad no le falta nada" deduzco mientras repaso uno de los tantos grabados que hay en la pared. "Mamá perdoname" reza el escrito y se suma a la cantidad de factores que hacen que ésta celda, sea propiamente una celda. (No puedo no filosofar sobre la escencia de las cosas.)

 Hasta el ebrio con el que tengo que intercambiar piñas adentro, tras barrotes, apenas llego me parece estar puesto ahí a propósito. Por eso es que aprovecho su función y me hago un pequeño corte en el primer nudillo con su incisivo en una de las 5 trompadas que le pongo en plena cara. Después caigo que era la primera vez ese día que ponía una piña sin guante en la cara de alguien. Y ya iba por el 2do rostro, y por la 9na mano bien puesta. Buen comienzo. (Cuento todo ésto porque soy un aficionado a los deportes de contacto: me gusta cuando la gente se caga a palos.)

 La cárcel, su frío y su silencio da mucho que pensar. Inevitablemente en una cosa: en la libertad. Para entender el concepto "libertad" no basta con leerlo en un diccionario. Hay que perderlo por un un momento. Y mientras más tiempo se viva en la ausencia de ese derecho, más se lo va comprendiendo. Nosotros estuvimos 11 horas, así que nos quedó bien clarito.

 Pensé también en los estados psicológicos. Ellos saben que es mentira que en dos horas salís, pero te lo dicen para darte falsas esperanzas y debilitarte mentalmente. Esa ansiedad se mezcla con la falta de sueño, el hambre y, en este caso, con el frío. Uno siente que no es dueño de nada. Ni siquiera de un par de cordones, condenado a verse nada más que las manos para obviar las paredes con mensajes desalentadores y confundido con el olor a pis que aroma el silencio de nuestro encierro.

 Incluso el volumen de ruido que hace la reja de hierros oxidados cerrándose, pesada, tras de uno, está ahí por algo: para que ese sonido signifique algo. Para que lo asocies con algo por lo que no querés volver a pasar.

 Pero había algo ahí que nos hacía fuertes y serenos. Algo en lo que no pensaron ahí adentro que nos ayudaba: el levantar la mirada y ver a un amigo con uno. Acompañándonos, como ha sido toda la vida. Cuidándonos, como siempre. Tratando de levantarnos con algún chiste, o recayendo en la preocupación, pero juntos. Entender la profunda realidad de eso de "en las buenas y las malas." Y compartir la nueva experiencia. Y todo vuelca su sentido. Y nos revive a cada eterno minuto que trascurre esperando por salir.

 Por eso es que les agradezco una vez mas que hayan estado. Y aprovecho el espacio para disculparme con sus madres, que hoy fue ocasión para conocerlas por primera vez. Quiero decirles que así como estuve con mis amigos cuando la celda se cerraba detrás de nosotros, también estuve cuando sus hijos lloraron y rieron. Y ellos conmigo. Y que voy a estar cuando se reciban o se casen. Y que nos encerraron por defendernos, nada más. Y que me quedo con ellos por todo lo bueno, y no para seguir compartiendo veladas preso: estoy seguro que NINGUNO quiere volver.

 Por eso recalco que me gustó conocerlas, mas a la madre de Juan, que nunca la había visto. Y ojalá nos veamos seguido, y en otras circunstancias, claro. Y seguro que así será, porque comprendí una vez mas que lo nuestro con los muchachos es amistad verdadera. Aunque yo no sea del barrio o eso, quiero seguir creciendo con esa amistad. Y Dios quiera que dure para siempre.

martes, 5 de abril de 2011

1er acto.

 Repleto el teatro, un hombre de traje se acerca a paso lento al micrófono.

 Una solo haz de luz del reflector principal de la sala lo ilumina.

  Profesores Universitarios de Literatura, Profesionales en Idiomas, Licenciados en Filosofía, Doctores en Lengua, Maestros en Lingüística, Filólogos e Historiadores Literarios han llegado de distintos lugares a este coliseo a oír una exposición maravillosa y motivadora que guiará sus carreras de ahora en más.

 El silencio ahora es sepulcral.

 El hombre toma con las dos manos la hoja de papel y dice en voz alta:

 "Jorge Luis Borges leyó 30.000 libros a lo largo de toda su vida. 
Gracias."


 Un eterno segundo de silencio y luego la ovación de pie, ensordecedora estremece el lugar. La emoción del público es evidente.

  Acto seguido se pide desalojar el teatro con prolijidad.

lunes, 4 de abril de 2011

Lo leyó en un diario viejo.

 Tener la mesa en condición de libre de Tecnología de los Alimentos un martes y rendir el final de Termodinámica Avanzada un miércoles quizá fuera pedir mucho para un joven de tan sólo 19 años.

 Aún así, Miguel D'angelo cree poder llevar a cabo su proyecto de alcanzar el título de Ingeniero Industrial antes del tiempo estimado por el diseño de la currícula de la carrera misma: él dice poder terminarla no en cinco, si no en sólo cuatro años; para así obtener las mejores becas y programas de intercambios del país.

 D'angelo antepone la necesidad de dejar impoluto el prestigioso apellido que lleva y se exige más allá de lo normal. El martes 17 de Julio obtiene un 9,33 en Tec. de los Alimentos y se convierte en el primer alumno de la Universidad de su provincia en aprobar una materia de 4to año siendo todavía estudiante de 3ro y nunca haberla cursado. Miguel en otras dos oportunidades ya ha logrado aprobar materias del nivel inmediato superior en calidad de libre. Es sin duda alguna, un fenómeno intelectual.

 Al día siguiente, la mañana del miércoles 18 de Julio, día de su parcial de Termodinámica Avanzada, los 32 compañeros de su comisión están en silencio en el Aula Magna, mientras el prof. auxiliar de cátedra pasa por las filas, dejando en la mesa del banco de cada uno, el parcial con las preguntas.

 Miguel D'angelo ha llegado unos minutos tarde. Entra presuroso por la puerta de atrás, despeinado y abrazando con fuerza y torpeza muchos papeles en desorden con notas y apuntes en lápiz negro.

 Se sienta en el último banco y no logra ser visto por sus compañeros, quienes están concentrados leyendo las primeras preguntas.

 Sus promedios son excelentes hasta ahora pero la demasiada abstracción de la realidad que le demanda las horas de estudio, y la bajísima cantidad de horas de sueño (2,30 a 3 hs por día) han causado por fin sus efectos.

 Sánchez, un alumno que no ha estudiado para este exámen se distrae viéndolo. La cara se le ilumina cuando lo descubre y se levanta de inmediato y grita mientras lo apunta con el dedo:

 _¡MIGUEL NO TIENE PANTALONES!_

 Incrédulos, atónitos, los compañeros y profesores se vuelven para mirar a Miguel. Algunos van hacia él sin entender lo que están viendo. Otros se suman a las carcajadas de Sánchez, y él permanece inmóvil y con la mirada perdida sentado en su banco, en efecto, con camisa y corbata desalineada, zapatos negros desatados y medias blancas, y sólo un calzoncillo verde descosido.

 La voz corre y ya en la vereda, y ante el tumulto de miradas estupefactas, morbosas y burlonas de alumnos de otras carreras que han salido a verlo, confuso y luego de haber pedido varias veces que lo dejen rendir el exámen; sube a la ambulancia que lo deposita en la clínica donde comenzarán sus exámenes psiquiatricos.

 "Es un cortocircuito que hace el cerebro cuando trabaja demasiado y descansa poco. La falta de sueño desequilibra paulatinamente el funcionamiento normal del comportamiento y ésto es de carácter acumulativo mientras más esfuerzo se hace" explican los doctores a los padres de Miguel semanas después de su  internación en la Clínica Psiquiátrica.

 En efecto, hacía tres años que Miguel D'angelo llevaba ese ritmo de vida, recuerda la madre.

 Un año de internación fué el tiempo que el paciente no mostró mejora alguna. Pasó del solipsismo a la abstracción total. No pronunció palabra alguna durante dos meses y en las peores etapas se sentó en su cama con la mirada perdida en la pared durante tres días, sin dormir y sin moverse, con la misma mueca de confusión en su rostro. Otro tiempo se pasó haciendo y rehaciendo gráficos invisibles con el dedo índice en el paredón del patio de la clínica, como si los analizara metódicamente.

 Los doctores hace tiempo han declarado demencia irreversible.

 Trece meses han pasado desde el incidente. Una cálida mañana de agosto Miguel despierta confundido. Pero esta vez la confusión es otra.

 Pregunta a su enfermera donde está y pide que por favor lo lleven a la Facultad, que debe rendir una materia importante. Miguel no cree lo que se le explica; en efecto, no recuerda nada de lo sucedido. Lo último que sabe es que el día anterior aprobó Tecnicatura de los Alimentos, y hasta recuerda que punto hizo mal que lo hizo obtener sólo un 9,33.

 Los doctores son informados de las novedades y luego de la organización de la Junta Médica y los exámenes correspondientes, extrañados, encuentran al paciente en perfecto estado de salud mental. Como si nada nunca hubiera pasado.

 Miguel vuelve a su casa y retoma de a poco su vida normal. Se inscribe al año siguiente otra vez en la carrera. Si bien, su historia es conocida en toda la Universidad (lee por 1era vez su caso en el recorte de un diario de la época), trata de dejar todo eso atrás y sin mayores problemas, cursa y se recibe un año y medio después.

 Hoy, a los 38 años, es un destacado profesional y lleva adelante una vida normal de esposo y padre de 3 hijos.

 Y a veces repasa aquella crónica en el diario que cuenta lo ocurrido. Y la lee, aunque sin entender todavía como es posible que en realidad es él, el protagonista aquella historia.

jueves, 31 de marzo de 2011

Aviso importante.

 Quizá porque soy ingresante y todavía le tengo mucho respeto a la Facultad, es que me tienen muy como bola sin manija las cátedras y mi intento de llevarlas al día.
 Con el laburo y las clases estoy durmiendo muy, muy poco y aún así sigo creyendo que no leo lo suficiente.
 Todo esto suena como un gran sacrificio, que en realidad lo es; pero quiero hacerlo.
 La facu es difícil, pero me gusta.
 Es por eso que quiero avisar que quizá no aparezca nada en este blog, por la misma falta de tiempo. Si es que traigo algo muy bien masticado en la cabeza (vale decir, será algo corto) lo postearé.
 Quizá cuando vuelva a escribir, dentro de 4 años, si todo sale como lo espero, ya sea un profe de Lengua; y retome este espacio desde una perspectiva mucho más didáctica.
 Quizá lo haga dentro de 5 o más años, cuando, si Dios quiere, ya sea un Licenciado en Letras; y hablemos entonces de un Blog Profesional.
 Hasta eso, gracias por haber llegado conmigo hasta acá, y nos vemos pronto... O quizá no.

Gallito.

jueves, 24 de marzo de 2011

Del lado equivocado.

 "Un día soleado. Afuera, un grupo muy grande está cantando y bailando al compás de la murga. Ellos quieren disfrutar el día porque pronto, dicen, llegará  el atardecer a terminar la diversión. Para ellos el único sol que ilumina es el que está sobre sus cabezas en este momento. Y si quizá, con mucha suerte, llegue otra mañana, también será vivida como la última. No plantarán semillas en la tierra pensando que su fruto los pueda alimentar en el futuro. Sólo quieren recuerdos de la fiesta que transcurre mientras el clima los templa.

 "Sólo quieren cantar. Sólo quieren bailar. Dicen que quieren vivir, sentir y festejar. Y la verdad, parecen hacerlo bien. El ruido de su fiesta entra por la ventana y quienes están conmigo adentro se distraen de su tarea, y meditan por momentos si estarán en el lugar correcto de la ventana. Algunos, al pasar los días, no resisten y deciden, súbitamente, unírseles.

 "Yo, aunque tengo muchos papeles sobre la mesa y me preocupa no terminarlos, tampoco puedo evitar escucharlos. Su risa se oye tan natural. Su felicidad aparenta ser genuina. Me atrevo a pensar que ellos están del lado correcto y que quizá es verdad que aquél mañana es algo insignificante como para sacrificar este hoy.

 "Quizá es cierto lo que ellos dicen; que soy un simple esclavo del sistema y que las experiencias que ellos viven enseñan mucho más de lo que mis libros, aquí conmigo; porque ellos son sabios en materia de la vida, del disfrute y de la risa. De que lo vivido no está en mis manuales. Y que el sistema del que somos hijos, mañana nos dará únicamente la espalda.

 "En mi interior, siendo totalmente sincero, pienso seriamente que ellos ahí afuera pueden tener razón. Presiento que alguno también, como yo acá, piensa de a ratos estar del lado equivocado mientras los oye bailar.

 "Sé que también, por el contrario, hay otros de aquí conmigo que están seguros de quedarse, porque repelen a los de afuera, y porque creen que mañana el sistema les devolverá con creces lo que hoy hacen. Yo no estoy en ese grupo, porque, en secreto, admiro su entereza de no preocuparles mas que la risa. De saber divertirse, de involucrarse entre ellos y disfrutar. Demuestran valentía y convicción. No como yo.

 "Lo que si sé, es que por más que quiera, no iré con ellos. Que me quedaré de este lado haciendo el sacrificio de oír a la responsabilidad. Y de ninguna manera porque confíe en el sistema al que sirvo, junto con los que están conmigo, si no únicamente alimentado por las ansias con que persigo mis sueños. Y eso me devuelve de inmediato la calma.


 "Y entonces, sin miedo, me acerco a la ventana y los miro bailar un momento. Ciertamente los envidio. Pero la fé en mi proyecto me inyecta secreta cordura en silencio. Mis incertidumbres seguirán cosquilleándome por dentro. Y sólo el tiempo dirá si llegará el día en que los roles se inviertan y las semillas den sus frutos, y allá sea tiempo de hambre, resaca y arrepentimiento.

 "O quizá no, y ellos puedan bailar felices por siempre mientras yo siga trabajando sin haber conocido los secretos que tantas alegrías les da. Sin haber disfrutado como ellos. Me bastará saber que he perseguido mis sueños.



                                                          -.-


 Para todos los "amargos" que nos quedamos en casa a estudiar, mientras todos se cagan de risa.
 Para todos los "giles" cargados de libros, sin amigos ni fiesta.
 Para todos los "cabezas" que no queremos probar lo bueno que se siente fumarse una seca.
 Para todos los que no sabemos "disfrutar la vida."
 Para todos los "moralistas fachos".
 Para todos, un abrazo.

lunes, 21 de marzo de 2011

Contradicción Filosófica.

 ¿Es posible acaso palpar lo impalpable?

viernes, 18 de marzo de 2011

Otras raíces.

Diálogo en la facultad. (Soy nuevo)

 _¿Lo vas a ver al "Indio" a Salta?
_¿Qué indio? ¿Rojas?
_No, Solari.

 Quedé desubicado, pero bueno, yo hablaba de este cantor.

http://www.youtube.com/watch?v=SCduBG1VZuA